HERMANO ENFERMO OFRECE A DIOS
TU ENFERMEDAD
VENID A MÍ TODOS LOS QUE ESTÁIS FATIGADOS Y CARGADOS,
QUE YO OS ALIVIARÉ. TOMAD SOBRE VOSOTROS MI YUGO Y,
APRENDED DE MÍ QUE SOY
MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN
Y HALLARÉIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS. (Mt. 11,28)
HERMANO ENFERMO OFRECE A DIOS
TU ENFERMEDAD
Hermano mío, a tí te hablo, a
tí que estás enfermo, a tí
que sufres y no sabes que
hacer con tanto dolor...
Nada hay más grande en el
universo que Jesucristo, y
nada hay más grande en
Jesucristo que su sacrificio y dolor.
Jesús quiso libremente, por
amor, ser crucificado y
experimentar el dolor para
que nosotros los hombres caídos
por el pecado, recibiéramos
la salvación eterna.
Hermano mío, Dios te ama, y
te ama con todo corazón;
El vive dentro de tí y
comparte tu enfermedad.
Tú ahora que experimentas a
Jesús crucificado, a Jesús
desnudo con el peso de todo
dolor, ofrece tu enfermedad
a nuestro Padre del cielo,
con paciencia y con alegría,
pensando en las penas de
Cristo Bendito, las cuales tuvo que
pasar por nuestro amor.
Ofrece todos tus dolores por
aquellos a quienes amas,
por tus padres, por tu
esposa, por tus hijos y por tus
hermanos.
Hermano, Dios necesita de tí
y de tus sufrimientos,
ofrécelos
también por tus compañeros enfermos,
por todos los hombres que no
conocen a Dios,
por los que obran injustamente y hacen daño a nuestros
hermanos.
¡EL TE PROMETE EN CAMBIO, EL CONSUELO DE SU PAZ
EN MEDIO DE
TU ENFERMEDAD!
No hay comentarios:
Publicar un comentario